La enfermedad de las encías es una infección bacteriana que afecta a la encía y a los tejidos que soportan al diente.

La acumulación de placa bacteriana en la superficie dental produce una diversidad de sustancias irritantes que provocan una respuesta inflamatoria en la encía circundante, lo cual se manifiesta como una tumefacción y enrojecimiento. Esta condición es comúnmente conocida como gingivitis y es la primera etapa de la enfermedad periodontal.

Si las condiciones de mala higiene continúan entonces seguirá avanzando hacia una periodontitis. Algunas sustancias producto del metabolismo bacteriano pueden dañar directamente las células y tejidos bucales. Otros componentes microbianos activan el sistema inmune, estas enzimas que luchan contra la infección empiezan a destruir el hueso y los tejidos que mantienen el diente en su lugar. En una etapa más avanzada se pierde el tejido de soporte y los dientes se sueltan y ocurre la pérdida de las piezas dentales.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad periodontal y como se diagnostica?

Entre los síntomas tenemos encías rojas, que sangran, mal aliento, dolor al masticar, dientes sensibles, sueltos.

El diagnóstico de la enfermedad de las encías lo debe realizar su dentista. El profesional que se especializa en las encías es el Periodoncista.

A través de una sonda se mide si hay pérdida de los tejidos que unen el diente al hueso. También es necesario ver a través de una radiografía la pérdida del hueso para determinar el tratamiento a realizar.

¿Cómo se puede prevenir la enfermedad de las encías?

Una buena buena higiene oral evita que se manifiesten estas enfermedades. Usar los elementos de higiene común que existen en el mercado: pasta con flúor, enjuagues dentales, hilo dental, cepillo interproximal. 

 Se recomienda acudir al dentista 2 veces al año, para control y Destartraje. 

¿Cómo se trata la enfermedad de las encías?

Una vez determinado el diagnóstico se procede a realizar un plan de tratamiento.

Si existe una gingivitis el tratamiento consiste en realizar una descontaminación de las superficies dentales a través de un destartraje y pulido coronario. También se pueden usar productos auxiliares como enjuagues con clorhexidina.

 Es importante recordar que el éxito de la terapia periodontal depende de la cooperación del paciente con una correcta técnica de cepillado y uso del hilo dental. Asistiendo a sus controles y sesiones de destartraje.

Si hay periodontitis el tratamiento se realiza en fases. Así tenemos:

• Fase de descontaminación: donde se elimina el sarro grueso y se le instruye al paciente en las técnicas de cepillado y de los métodos auxiliares (cepillos interproximales, hilo dental, irrigador, etc.) 
• Fase desinflamatoria: que consiste en hacer unos raspajes y alisados de las raíces con unos instrumentos para eliminar el sarro y placa subgingival. Esta fase se suele realizar con anestesia y por cuadrantes (se divide la boca en cuatro partes). Si la enfermedad es moderada puede ser suficiente con esta fase y los mantenimientos periódicos 
• Fase quirúrgica: una vez desinflamada la encía hay que eliminar esos fondos de saco (bolsas periodontales) donde se depositan las bacteria. Esta fase se realiza cuando las bolsas son muy profundas para poder erradicar todo el tejido inflamatorio y alisar correctamente el hueso que rodea a las raíces. 

En conclusión, las encías no deben sangrar, deben tener un color rosado, no deben doler. Si notamos algo diferente debemos acudir al Odontólogo.